
A ella.
Se llamaba “Blanca”, aunque en realidad su nombre empezaba por “I”, pero para sus amigos, su nombre nacía como el mar.
*dayan Aún no había cumplido los dieciséis años cuando se sentó en la barandilla de aquel puente con los pies colgando al vacío. La idea del suicidio era algo que ya le había rondado por la cabeza en más de una ocasión, pero esta vez, todo llegaba más lejos que un simple pensamiento....